Había una vez unos padres que querían tener un bebé pero no podían y tras mucho esfuerzo intentando adoptar uno, consiguieron adoptar a una preciosa niña a la cual llamaron Aurora.
Para celebrar el bautizo realizaron una fiesta y para invitar a los asistentes crearon un evento en Facebook.
Una de las tías de la niña, llamada Olga, no estaba invitada porque había una disputa familiar a causa de una herencia y además sabía utilizar la magia negra.
Ese mismo día, apareció en la fiesta sin preaviso bastante enfadada y dijo:
- El día que vuestra hija se abra una cuenta en Whatsapp desaparecerán las redes sociales.
Una de las tías de Aurora, llamada Casandra, grabó la conversación para difundirlo por Twitter y que así todos los ciudadanos de la zona supieran que Aurora jamás debería usar un smartphone. Por ello, los padres de la niña decidieron mantenerla encerrada en su casa alejada de las nuevas tecnologías y el mundo exterior. Así, sus padres contrataron un profesor particular para que le instruyera.
Al paso de los años, un inesperado día, llamaron a la puerta y abrió su padre. Aurora, mientras los observaba por la ventana, escuchando toda la conversación, así descubrió que el hombre que estaba llamando era un vendedor de smartphones. Cuando su padre cerró la puerta, Aurora llamó al vendedor ya que estaba interesada en aquello que vendía y que no había visto nunca. Casualmente tenía suficiente dinero ahorrado y adquirió uno de esos productos novedosos para ella.
Como no tenía ni idea de cómo funcionaba, se leyó las instrucciones y encendió el aparato. Al principio apareció un mensaje que decía que tenía que hacerse una cuenta de Gmail, como no tenía ni idea de qué era aquello puso su nombre seguido de una combinación extraña de símbolos.
Una vez pudo acceder al smartphones descubrió una aplicación llamada Play Store en la cual podía conseguir más aplicaciones. Se descargó todas las que encontró, incluida Whatsapp. Lo abrió y puso su número de teléfono que era necesario para utilizar dicha aplicación.
De repente todas las redes sociales se cayeron, ya no funcionaba ninguna y los ciudadanos enloquecieron.
Cuando esto ocurrió, Casandra que era licenciada experta en ingeniería informática consiguió restablecer la conexión de las redes sociales y así todos vivieron felices y comieron megas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario